Ramiro Zubeldia Architects

Contexto
En términos generales encontramos que la arquitectura y el diseño para la salud de pequeña escala en Argentina, a diferencia del de las clínicas, presenta un muy bajo nivel propositivo. Experimentamos cotidianamente como los consultorios externos, en las especialidades que se planteen, se limitan a cumplir el mínimo de requerimientos funcionales, sin dar respuestas estética a la espacialidad interior y su diseño, con propuestas muy precarias.
Son espacios en los que los profesionales pasan la mayor parte de su tiempo, de sus vida, y sin embargo son generalmente reticentes a invertir para transformarlos en lugares en los que se sientan cómodos, en los que disfruten de sus rutinas de trabajo. y a su vez, trasmitan una imagen positiva a los pacientes.
Por otra parte, se transmite un desinterés por el paciente. La posibilidad de convertir en una experiencia positiva la visita, es opacada por salas de espera que parecen ser el depósito de muebles, artefactos, objetos y cortinas que sobraron de una mudanza, resoluciones de equipamiento con mobiliario de melanina para armar planteados sin definiciones estéticas, espacios mal iluminados y ventilados…
La realidad de los consultorios odontológicos no escapa a esta generalidad, y a excepción del sillón y el equipamiento específico que suelen tener un diseño aceptable, no hay real preocupación por….
Investigación
El proyecto incorporó un proceso de diseño en el que se plantearon dos etapas bien diferenciadas.
Una primera etapa de análisis, donde verificamos diversas variables que brindaron un “diagnóstico de situación” que nos permitió operar en lo que para nosotros era un campo de acción nuevo. De esta forma investigamos sobre proyectos específicos en el ámbito internacional, desde sus aspectos formales (características espaciales), funcionales (distribución de locales, circuitos de recorridos de los usuarios y de los elementos de trabajo) y técnicos (requerimiento de iluminación, sistemas de instalaciones, equipamiento específico), recopilando y procesando a su vez información sobre ergonomía específica para los espacios de trabajo y normativas vigentes.
En una segunda etapa planteamos una intervención que incorporó sobre las variables analizadas una figura metafórica que estructuró el proyecto. La propuesta reinterpreta partes de la boca; planteamos volúmenes blancos satinados que se articulan entre si y curvan sus aristas, tomando elementos de las piezas dentarias y sus relaciones; el piso amarillo toma características de la base de la boca, encontrándose con las piezas dentarias con un zócalo sanitario perimetral terminado en el mismo material dándole continuidad a la superficie, y articulando el encuentro, en alusión a las encías; una pieza central toma elementos formales de la lengua, planteando superficies curvadas que abren al usuario imágenes filtradas del conjunto.
Desde lo programático, pusimos en crisis la situación de espera. Por lo general las salas de espera son resueltas con sillas o poltronas perimetrales, en donde las relaciones proxémicas generan incomodidad, en donde la espera se siente como una pérdida de tiempo. Propusimos que la sala central se convirtiera en sala de espera/taller. Una gran mesa permite que la espera se convierta en una experiencia similar a la de estar en un café, donde uno puede abrir su notebook, cargar su Tablet o Smartphone, leer un libro o simplemente ojear una revista mientras puede estar tomando algo. Esta gran mesa resuelve a su vez la necesidad que se tenía de un espacio para el dictado de cursos. La sala de esta forma se adapta, mediante cortinas perimetrales y una pantalla escondida en la carpintería, oscureciendo el recinto, modificando sus características.
Materia
El proyecto se resuelve con una paleta acotada de materiales.
Las superficies de las “piezas dentales” se materializan en mdf laqueado color blanco satinado, colgado sobre perchas, resolviendo las aristas con unas piezas esquineras curvadas. Estos paneles se separan 4cm del piso y del cielo raso permitiendo la continuidad del piso con el zócalo sanitario, y del cielo raso con el dintel.
Los pisos se realizaron con una masa niveladora poliuretánica color gris, y en él área de circulación (base de la boca/encía) se terminó con pintura epoxi color amarillo.
Los cielo rasos en los “nucleos de las piezas dentales” se resuelven con una lámina tensada de PVC no inflamable, transiluminada, que genera una luz difusa disminuyendo las sombras y los contrastes en las áreas de trabajo.
Los consultorios se cerraron con vidrios especiales de 26mm de espesor, para aislar la radiación de los equipos de RX, y se graduó con una propuesta gráfica la relación visual de los recintos.
El estudio y trabajo en los detalles de encuentro permitió trabajar los materiales de manera coplanar, ocultando puertas, fuentes de iluminación, tableros técnicos y diseñando equipamientos específicos incorporándolos a la arquitectura.
Sistema
La propuesta independiza los volúmenes del piso y del cielo raso, otorgando una lectura de elementos organizados sobre una pauta. El piso amarillo aglutina estas piezas, a la vez que se convierte en la demarcación de los ambulatorios.
La independencia de las piezas se ve reforzada por una articulación de trama líneal, acentuada con iluminación vertical escondida entre ellas, la resolución del encuentro con el piso y la separación con el cielo raso.
El carácter general trasmite dinamismo, por la morfología de los objetos, por los ritmos de su organización y por las tramas verticales que acompañan la secuencia de recorrido.