Duarte Aznar Arquitectos

Un parque urbano, naturaleza domesticada en donde se establecen vínculos entre el ser humano y el medio natural, es entorno para la presencia de una celosía urbana, una escultura vítrea que alterna transparencias, reflejos y opacidades, que se yergue sobre una plataforma de lava y descansa en un prisma de hierro.

A modo de acuerdo, la trama sobre la que se desplanta el edificio surge de la conciliación de las geometrías derivadas de las avenidas reforma e insurgentes, en un terreno que se deja invadir por el parque vecino, quien lo inunda con su follaje, convirtiéndolo en una terraza ajardinada.

Un edificio eficiente, cuyas dimensiones y proporciones favorezcan la consecución de las funciones que le dan razón para existir, un edificio estable, cuya estructura le confiera solidez. Un edificio económico, cuyos sistemas pasivos y activos de climatización e iluminación, acabados y materiales empleados, le proporcionen ahorros y ventajas de operación y mantenimiento. Un edificio estético, cuya propuesta plástica concilia cánones actuales y vanguardistas con remembranzas de nuestro pasado. Un edificio expresivo, un icono que comunica un mensaje propositivo de aceptación y aprovechamiento de la pluralidad en beneficio del proyecto de nación, el equilibrio de las fuerzas, la armonía de las formas, y su convivencia con las naturaleza.